Familias

¿Y sí?

Familias
con hijos entre
11 y 14 años

Familias
con hijos entre
14 y 16 años

  • En una celebración familiar, tu hija de catorce años quiere probar el vino. ¿Qué haces?

    La petición de tu hija es una oportunidad para charlar sobre el tema del alcohol y los problemas derivados  por un consumo entre los menores de edad.

    Tú y tu pareja debéis poneros de acuerdo de cómo abordar la situación. Cercioraros de que estáis informados para abordar el tema de la manera más objetiva posible. Se trata de una decisión que ambas partes de la pareja deben de estar de acuerdo, pero recordad que no existe el consumo responsable cuando hablamos de menores.

    Que tu hija tome un sorbo de alcohol en una ocasión puntual no será perjudicial para ella; sin embargo, lo que sí puede ser perjudicial es no definir unos límites claros y precisos para su comportamiento. Es preciso que le traslades lo que es aceptable o no a su edad.

  • Tu hijo de doce años ha recibido una invitación para pasar la noche en casa de un amigo. La última vez que fue, estuvo preocupado durante varios días, y te confesó que sus amigos habían bebido alcohol y que él, después de tomar unos sorbos, se había negado a beber más aunque sus amigos se burlaron. Ahora no sabe qué hacer: si va a casa de su amigo es probable que se burlen de él, y si no va se sentirá excluido. ¿Qué puedes decirle?

    Para empezar, podrías decirle lo orgulloso que estás de que te haya dicho la verdad y de que defendiera su postura, porque seguro que no le resultó fácil. También podrías recordarle que es demasiado joven para tomar alcohol, y por qué.

    Si conoces a las familias de los otros niños, averigua si están al corriente. Es de esperar que se muestren tan preocupados y tan dispuestos a impedir que algo así vuelva a suceder como tú. Sin embargo, si se desentienden y no se muestran dispuestos a colaborar contigo, podrías hacer que los niños pasen la noche en tu casa.

    Si la situación no mejora, tendrás que considerar la posibilidad de mantener a tu hijo alejado de ese grupo de amigos y ayudarle a encontrar otras amistades.

  • Notas que el nivel de líquido en las botellas del armario de los licores ha bajado. Sospechas que tu hija de trece años está bebiendo a tus espaldas. No quieres acusarla sin motivo, pero estás muy preocupado. ¿Cómo reaccionas?

    Lo más importarte es conservar la calma, para evitar una reacción exagerada. Quizá te hayas equivocado con la cantidad de alcohol que quedaba en las botellas.

    Elige un momento adecuado para hablar con tu hija pero no la acuses, pregunta directamente. No te olvides de explicar que estas preocupado por su bienestar, y que no te enfadarás si te dice la verdad.

    Si tu hija admite haber consumido el alcohol, debes averiguar por qué está bebiendo en secreto de esa forma. Procura no precipitarte a sacar conclusiones, porque lo ocurrido no significa que vaya a desarrollar un patrón de consumo abusivo. En lugar de eso, piensa en los motivos de su comportamiento: ¿Quiere saber qué es el alcohol? ¿Está poniendo a prueba los límites? ¿Quiere desquitarse por algo? Podrías intentar conversar con ella sobre las razones por las cuáles no debe comportarse así y por las que no debe beber alcohol, haciendo preguntas para cerciorarte de que comprenda lo que intentas transmitirle. Sé firme, pero compresivo y deja bien claro las consecuencias si esto vuelve a suceder.

  • Tu vecino te dice que ha visto a tu hijo de catorce años comprando alcohol. Dudaba en decírtelo porque le tiene cariño a tu hijo y no quería meterlo en líos. ¿Qué puedes decirle?

    Para empezar, tranquiliza a tu vecino diciéndole que ha hecho lo que tenía que hacer, porque así ayudará a tu hijo a evitar problemas. Después, dile a tu hijo que te gustaría hablar con él, porque te preocupa que compre y consuma alcohol. Dale siempre oportunidad de explicar su versión de los hechos. Pero si no te ofrece voluntariamente ninguna información, tendrás que decirle que alguien lo vio. Si quieres que sea sincero contigo, lo mejor es ser sincero con él.

    Habla con tu hijo sobre los comportamientos que tú consideras apropiados con respecto al consumo de alcohol, y explica tus razones. Puedes recordarle que comprar y consumir alcohol está prohibido a su edad, y que puede ser peligroso. Lo ideal sería que ya hubieseis hablado sobre esto antes, y que hubieseis establecido ciertas normas. Procura evitar el autoritarismo y cerciórate de que comprenda que estás preocupado porque le quieres y te importa. Es importante que conozca la realidad sobre el consumo de alcohol, y que sienta que puede decir "no" si sus compañeros o amigos le presionan.

  • Tu hija de quince años vuelve de una fiesta y te dice que algunas de sus amigas han bebido, han roto vasos y se han comportado de forma antisocial. Una de las niñas vomitó y perdió el sentido, así que la llevaron a un dormitorio para que durmiera hasta que se le pasase. ¿Qué puedes decirle?

    Para empezar, podrías elogiarla por no haberse comportado como el resto de sus amigas y por contarte lo que ha pasado. Procura controlar tu enfado y tus temores, centrándote en el hecho de que tu hija se mantuvo aparte y se enfrentó a la situación lo mejor que pudo.

    Esta es una buena oportunidad para recordar por qué no es bueno que los menores beban. Puedes explicar qué ocurre cuando alguien bebe en exceso, para que entienda las consecuencias. También podríais hablar sobre cómo reaccionar si algo así volviese a suceder (llamar a una ambulancia, llamarte a ti para que pases a recogerla, evitar esas amistades de aquí en adelante...).

  • Ayer tu hijo volvió de la fiesta de cumpleaños de su amigo bebido y hablando con dificultad. Cuando le plantaste cara, se puso agresivo y se fue a su habitación de un humor de perros. Tú no estabas muy seguro de cómo reaccionar. Al día siguiente, tu hijo te pidió que olvidaras lo ocurrido, diciendo que no volvería a ocurrir y que solo lo hizo porque sus colegas se rieron de él porque no quería beber. Dentro de poco, otro de sus amigos va a celebrar una fiesta porque cumple dieciséis años, en la que es probable que también se consuma alcohol. Instintivamente, tú quieres prohibir a tu hijo que acuda. ¿Qué haces?

    Habla con tu hijo cuando se haya calmado y despejado, comentad lo ocurrido y demuéstrale que estas preocupado. Procura ir más allá de su comportamiento inmediato, buscando la causa del problema: ¿por qué no dijo "no" a sus amigos? Procura ser firme y mantener tu posición con respecto al consumo de alcohol entre los menores de edad, pero no juzgues a sus amigos, ya que podría tratarse de una situación excepcional, y todos cometemos errores.

    Si sermoneas o tratas con condescendencia a tu hijo, no lograrás transmitir tu mensaje, así que procura hablar con calma y razonando. Es importante que tu hijo entienda que lo que hizo es arriesgado y las razones por las que un adolescente no debe beber. Asegúrate, de que tu hijo comprenda que tú estás ahí para ayudarle, que deseas escuchar sus puntos de vista y que si quieres saber con quién está y qué hace es por su bien, no para entrometerte.

    Si adoptas una posición muy inflexible, tu hijo podría rebelarse y seguir bebiendo, o mostrarse más reservado acerca de sus actividades en el futuro. En lugar de eso, procura comentar la situación con él y encontrar una solución práctica que os convenga a los dos.